Después de irte de mi lado,
donde junto a mí te hiciste,
donde con mi compartiste
horas tristes y de placer.
No tuviste un consuelo
poco a poco te perdiste
y vos misma te engrupiste
buscando ansiosa un querer.
Mas, ya verás que algún día
tendrás que valorizarme
ya verás que al alejarme
no dejarás de pensar
que en todo el tiempo pasado
de tu juventud a mi lado
en todo yo he cooperado
a tus ansias de triunfar.
Y hoy, que estás sola, abatida,
de quebrantos tu alma llena
bien sé que mucho te apena
el haberte ido así.
Y recuerdas con tristeza
lo que te predije un día
al comprobar la falsía
que tenías para mí.
Ya verás cuando solita
no tengas quién te aconseje,
ya verás cuando te deje
todo el mundo de adular.
Y no tengas a una mano
que cariñosa y amiga,
dulces palabras te diga
para poderte alentar.